1. Imágenes escondidas. Son figuras implícitas, envueltas en
otras figuras explícitas, normalmente no visibles a simple vista, y cuya
captación exige un modo distinto de mirar al habitual.
2. Ilusiones visuales. Se crean mediante el juego entre líneas
y espacio en blanco de tal modo que las líneas componen unas figuras y el
espacio entre líneas compone figuras diferentes. Normalmente sólo se perciben
las figuras convencionales.
3. Doble sentido. Se trata de frases o imágenes que
aparentemente tienen un significado plano pero en realidad encierran un doble
mensaje. De todos los procedimientos, y en su vertiente textual, es quizá el
más utilizado en publicidad.
4. Emisiones de ultrafrecuencia. Mediante la proyección de
imágenes o audio a gran velocidad, que no serían perceptibles sino rastreando
plano a plano la película o cinta.
5. Luz y sonido de baja intensidad. Sirven para inducir una
percepción selectiva en el receptor, enfocando su atención sólo hacia
determinados elementos del mensaje y pasando el resto inadvertidos.
6. Ambientación de luz y sonido. Bien conducida y sumada a la
imagen orienta la percepción de los receptores induciendo en ellos las
emociones que se deseen. Son dos factores en todo mensaje que normalmente
pasan desapercibidos y tienen gran influencia en el efecto final.
Para que los mensajes subliminales puedan ejercer algún efecto es necesario lo siguiente:
Para que los mensajes subliminales puedan ejercer algún efecto es necesario lo siguiente:
1. El umbral de frecuencia debe estar lo más próximo posible
del límite de captación consciente, que por otro lado no es predecible al ser
variable por individuo e incluso por día cada persona.
2. Los mensajes visuales son más probablemente efectivos que
los aurales.
3. Los sujetos deben estar presensivilizados
hacia el contenido del mensaje, preferentemente con una excitación emocional o
un entretenimiento para percibir “entre líneas” los mensajes.
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